Por nuestra vida van a pasar millones de personas, algunas nos romperán el corazón, otras 'nos alegrarán la existencia', pero claro, nosotros no decidimos eso.
Esas personas que nos destrozan, nos hacen sentir como 'una mierda', no querer seguir viviendo. Esas personas nos ayudan a ver que el mundo no es perfecto y que con solo unas palabras pueden hundirte como nunca lo han hecho. Por eso, a esas personas no debemos dedicarles ni un minuto de nuestras vida, si lo hicieron mal, se siente, no hay vuelta atrás.
Existen las segundas oportunidades, pero no siempre vale la pena darlas, ya que, si no funcionó en su momento, a la segunda tampoco tiene porqué funcionar.
Por otra parte, hay personas que nos ayudan a encontrar el sentido a esto de vivir, que están ahí siempre que es necesario, que nunca nos dejan de lado. Esas son las personas con las que realmente se agradece compartir nuestra vida.
Lo único malo, cuesta mucho encontrar personas así.
